Cada mañana caminaba Evan por la desgastada acera que apenas adornada estaba por unos viejos postes sosteniendo unos aun más antiguos faroles que tenuemente le daban un poco de alegría a esa calle, su paso a veces vacilante le daba un aire de misterio a su figura alta, delgada y un poco sombría que en silencio se deslizaba cada día hasta llegar a la esquina donde aguardaba con tranquilidad el autobús que lo llevaba al trabajo que hacía apenas un mes había logrado obtener. A más de una persona le llamaba la atención aquella ilustre figura, con ese singular porte que ataviado de una gabardina negra o un saco del mismo color, iba día a día a esperar con plena calma el bus que habría como ya cité antes, de llevarlo a su trabajo, cierta mañana fría y con viento helado, salió de su casa y emprendió el camino de rutina hacia la citada parada del autobús, como cada mañana daba los buenos días a la Sra. Hoffman que alegremente saludaba desde su florería a cada transeúnte dando los buenos días, así llegó pues nuestro personaje a donde iba a esperar su transporte, pero a diferencia de otros días el bus no llegaba, la gente se empezó a aglomerar en esa esquina a la espera del autobús y Evan permanecía inmutable en toda expresión ante tal hecho, con 20 largos minutos de retraso se escuchó a lo lejos un cansado motor que perfiló la silueta de un autobús que a toda marcha avanzaba por la cansada calle, cuando hubo llegado a la esquina donde aguardaba aquel tumulto de gente, abrió las puertas y la entrada se hizo todo un caos a pesar de que el autobús iba vacío pues esta era su primer parada del recorrido, Evan subió tranquilamente, aunque en parte fue arrastrado por las prisas de las demás personas que subieron al mismo tiempo, a pesar de los empujones habidos por parte de hombres y mujeres por igual, nadie quedó de pie y el bus siguió su ruta como cada mañana, al lado de Evan estaba sentada una mujer de aspecto aristocrático que apenas se dignaba a observar bajo su elegante sombrero hacia la ventanilla seguramente para no pasar la calle donde debía bajar, y precisamente 5 calles abajo se puso de pie e indicó a Adelbert, el apacible conductor de origen alemán que debía bajar, dos cuadras más adelante había bajado casi la totalidad de personas que había subido con Evan en la primera esquina, en ese momento subió una joven muchacha con porte ejecutivo y misterioso, de aspecto impasible y un brillo en sus ojos que hacía contraste con un hermoso dije de una pequeña cruz celta que llevaba adornando su fino cuello, fue a sentarse en el segundo asiento, a un par de pasos de distancia de Evan, ante su inmutable aspecto, sus ojos grises buscaban a Maryanne, y ella no pudo evitar ver cuando subió, casi al fondo del autobús aquella enigmática figura sentada, viendo la gente ir y venir por las calles circuladas, tal vez era algún compañero del trabajo pues por su elegante ropa no podría ser un obrero de alguna factoría del centro, en la mente de él paseaba la idea de que tal vez, y que ojala ella fuera la nueva empleada con la que compartiría su trabajo, ambos estaban ansiosos de saber si sus premisas los habían llevado a una conclusión verdadera… Maryanne por azares del destino en verdad era la nueva compañera de Evan, a él le pareció interesante desde la primera vez que vio su figura entrar al bus, y ella deseaba por lo menos saber su nombre, próximo a la calle donde Evan debía bajar para ir al trabajo, notó que ella también se puso de pie, Maryanne avanzó hacia la puerta para bajar en la esquina y Evan detrás de ella, la muchacha tocó el timbre que indicaba su bajada, Evan cuando el bus iba apenas a detenerse, quiso averiguar si iban bajo el mismo destino, quiso saber su nombre, dijo él: “Perdone señorita, mi nombre es Evan soy empleado de la empresa de la próxima cuadra, me gustaría saber si usted trabaja por aquí cerca…” ella volteó y le sonrió con honesta alegría para despegar sus finos labios para esbozar la respuesta deseada…
Todo se vuelve oscuro, una nube gris envuelve una esquina del centro de la ciudad, un fatídico accidente, un camión que transportaba combustible se sale de control y se estrella contra un autobús en la esquina de la Regent Street; a una cuadra de NoveltyBussines Corp. la señora Irina grita despavorida en todas direcciones que alguien llame a emergencias, a una ambulancia, el bus está ardiendo, gente gritando, otras enmudecidas del espanto de tan desagradable imagen, a lo lejos una ambulancia se escucha venir, es demasiado tarde… al día siguiente un pequeño voceador grita a los cuatro vientos con el deseo de que alguien le compre el diario “¡¡Fatal accidente en la Regent Street…no hubo ningún sobreviviente!!”..
Todo se vuelve oscuro, una nube gris envuelve una esquina del centro de la ciudad, un fatídico accidente, un camión que transportaba combustible se sale de control y se estrella contra un autobús en la esquina de la Regent Street; a una cuadra de NoveltyBussines Corp. la señora Irina grita despavorida en todas direcciones que alguien llame a emergencias, a una ambulancia, el bus está ardiendo, gente gritando, otras enmudecidas del espanto de tan desagradable imagen, a lo lejos una ambulancia se escucha venir, es demasiado tarde… al día siguiente un pequeño voceador grita a los cuatro vientos con el deseo de que alguien le compre el diario “¡¡Fatal accidente en la Regent Street…no hubo ningún sobreviviente!!”..
2 comentarios:
HAAAAAA COMO
NO PUDISTE HABER PUESTO
UN FINAL BONITO
NO NO
JAJAJAJ
PERO BUENO ESTA LINDA LA HISTORIA PERO NO ME GUSTO EL FINAL INSISTO MUY TRISTE JAJAJ
JEJE
PUES ME GUSTO TU HISTORIA... TUVO UN FINAL TRAGICO... JUSTO COMO ME GUSTAN n.n ERES BUENO... :D
TQ.... CUIDATE
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